Tuesday, June 16, 2009

¿Es su trabajo tóxico?

Un trabajo, se vuelve tóxico, cuando persistentemente provoca angustia y agotamiento

Si ud. se siente permanentemente fatigado, le encuentra cada día menos sentido a sus obligaciones, le cuesta más entusiasmarse con su trabajo, siente que no tiene tiempo para las cosas que realmente le interesan y su vida personal se está viendo limitada por las crecientes demandas de su quehacer, quizás necesite con urgencia renovarse.

Si, conjuntamente, se enferma con frecuencia, experimenta ansiedad, tristeza recurrente, dificultades para dormir, períodos de desmotivación sin motivos aparentes y se anda sientiendo torpe, falto de lucidez e incompetente, puede que además, su trabajo se haya convertido en peligro para su salud.
Pero si al mismo tiempo se siente menos reconocido y sus relaciones interpersonales están más conflictivas y difíciles que antes, ¡cuidado!, definitivamente su trabajo es tóxico.

Un trabajo se vuelve tóxico cuando casi todo el tiempo, produce y angustia y agotamiento. Mediante un proceso imperceptible y paulatino, las personas van perdiendo su brillo anterior (e interior), su energía y su autoestima. Se tornan pesimistas y evalúan negativamente su entorno, sus posibilidades laborales y su futuro. Abandonan sus expectativas de cambio y se sienten impotentes e incapaces de generarse una actividad más provechosa o un ambiente más grato. Paralizadas, mustias, irritables e inseguras, se experimentan a sí mismas sin fuerzas para transformar su situación. Están tan imbuidas con o en sus tareas u obligaciones que no tienen tiempo para cuestionarse si necesariamente relacionar su malestar con su vida laboral.

Así, exhaustas y colapsadas tienden a negar tanto sus sentimientos de insatisfacción como sus causas y a funcionar mecánicamente como si no tuvieran otra opción. Desarrollan todo tipo de dolencias físicas o emocionales-gripes, colon irritable, jaquecas, alergias, depresión, insomnio, presión alta, fobias, estrés, etc.- para las cuales encuentran la más variada gama de anestésicos –comida, drogas, antiinflamatorios, tranquilizantes, alcohol, cigarrillos, casinos, compras- que además, les impiden pensar en lo que los aqueja.

Y para terminar de no darse cuenta de lo mal que lo están pasando en el trabajo, irónicamente, se llenan de más y más trabajo. Tal cual.

Si ud. es de los que se deprimen los domingo en la tarde o se está sintiendo demasiado rendido, abrumado, angustiado o tenso, deténgase un momento. Necesita reflexionar. Quizás su trabajo lo esté intoxicando y no se ha dado cuenta. Puede ser que después de años, lo que antes le gustaba y desafiaba, ahora le resulte tedioso y rutinario. O quizás ya se hastió de los malos tratos, de no ser reconocido, o de que lo pasen a llevar.
O puede ser que no soporte más repetir siempre lo mismo o acallar sus inquietudes.
O quizás su trabajo (o su jefe) no potencia sus habilidades, o saca lo peor de su carácter, o ya tocó techo. O quizás ya cerró un ciclo y necesita abrir otro, o simplemente ya se le acabó la motivación, o está cansado y no da más. En cualquier caso, necesita un cambio. Y no hay más que dos alternativas: O cambia ud. o cambia de trabajo.

Sí, es más fácil decirlo que hacerlo. Entiendo sus necesidades económicas, el temor a lo incierto, la costumbre a su “zona cómoda”. Pero no tiene más remedio que ponerse creativo y diseñar su transformación. Por que en la vida hay riesgos que no puede darse el lujo de no tomar, sobre todo cuando está en peligro su salud. Anímese a dar un paso adelante. Y recuerde que el miedo es lo que da más miedo…

1 Comments:

Blogger Fernando said...

Doc, cuál es su nuevo e-mail??

--
Juan Fernando Salazar Gamero
jfsalaza@puc.cl

29 January, 2010  

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