El sentido de urgencia
Las personas que hacen que este mundo se mueva tienen en común esta misma sensación de urgencia, quienes poseen un sentido de la importancia de iniciar el trabajo de inmediato.
Original de Ing. Jorge A. Mendoza
En alguna ocasión se le preguntó al fundador de un exitoso corporativo internacional qué se necesitaba para tener éxito en nuestro trabajo. "El mismo esfuerzo que se requiere para iniciar una nueva actividad" - él contestó - "Una sensación de urgencia de ver el trabajo terminado".
Las personas que hacen que este mundo se mueva tienen en común esta misma sensación de urgencia. No importa qué tan inteligente o hábil uno sea, si uno no tiene este sentido de urgencia, es importante formarlo. Ahora es el justo momento de empezar a trabajar y desarrollarlo. Este mundo está pletórico de gente muy competente que honestamente pretende hacer las cosas mañana, o hasta el momento en que se decidan a hacerlo. Sus logros, sin embargo, rara vez se equiparan a los de aquellas personas menos talentosas quienes afortunadamente poseen un sentido de la importancia de iniciar el trabajo de inmediato.
Una de las artes más finas en la administración es la habilidad para comunicar este sentido de urgencia a la gente que trabaja para nosotros. Sin más rodeos y sin mostrar ningún desagrado por ello, Usted debe comunicar este sentido de urgencia. El mejor método es mostrar un interés personal hacia nuestros colaboradores, tanto en sus proyectos como en su propia persona, revisar el progreso de su trabajo, y estar siempre dispuesto a ayudar de la forma en que nos sea posible.
En ocasiones, algunos de nuestros compañeros de trabajo, aun cuando sean extremadamente hábiles, son lentos en su accionar. Revise los planes de trabajo con su gente. Insista en que le digan a Usted cuándo iniciarán las actividades que les han sido asignadas. Hágalos estimar qué tan rápido va a estar terminado el trabajo. Entonces dé seguimiento a ese plan de actividades y confirme que las asignaciones se están llevando a cabo de acuerdo a lo planeado. Ayúdelos en la medida de lo posible a mantener el desarrollo del proyecto de acuerdo al programa de trabajo establecido. Demuestre su agrado cuando ellos cumplen satisfactoriamente con el rendimiento prometido.
Algunos empleados reaccionan rápidamente, gozan al terminar sus actividades lo más pronto posible, y les agrada vencer los retos de fechas límite. Cuando Usted tenga a su cargo personal así, asegúrese de que Usted no represente el cuello de botella. Présteles atención inmediatamente cuando ellos la necesiten. No permita que se frustren frecuentemente por esperar a que Usted tome sus decisiones, por procedimientos y políticas que impliquen lentitud en el desarrollo, o simplemente por excesiva formalidad. Hágase responsable de remover las barreras que a ellos se les presenten en el camino.
No existe ningún substituto para el interés. Los asuntos en los que tenemos un interés predominante tienden a resolverse de inmediato y en tiempo. Si Usted muestra poco interés, el trabajo va a ser ejecutado seguramente tiempo después, o tal vez nunca. Involúcrese y manténgase interesado en su trabajo y en el de sus colaboradores, desde un principio y hasta el final.
El sentido de urgencia es el motor que mueve al mundo, hagamos de él un hábito.